Adolfo López barre, desinfecta y adecenta la calle, ese núcleo contaminado por el paso alegre del humano, ajeno a su contribución en las obras de un mundo imperfecto.

El selfie, la mofa del primer plano sobre lo relevante, el ego sin complejos para la oda al narcisismo. Yo estuve allí, con un par, y para colmo, lo publico.

La onda expansiva sobre el tímpano, el humo atronador de marzo, una mecha que nunca cesa mientras la gente serpentea por un recinto de aforo completo rebasado con barreras y aglomeraciones

Los alemanes, el cemento, la seriedad, la cuerda vocal del enfado, la máquina de cuerda automática… y a la vez tan llenos de color, tan ellos, tan bratwurst. NEIN

Grito de madre en los ‘sinvasores’, ‘llévateajo’ te seducen con las lonas ambulantes, o sin ellas, montón a montón, de los de rebuscar gangas cocinadas a lo pobre, sobre la rueda, on te road.

El viajero rasgado por el tiempo, por la moda de romper postales de revista, fan del cambio de moneda, del timo a la vuelta de la esquina o hurto leve, del dolor de cama, del pie ancho cocido por la curiosidad. Argentina-Brasil-Paraguay 2014

La fiesta del bigote, en la cara y en la gamba, de las manos a la espalda a la espera de algo, poco nuevo, la alegría es un vaso que se llena por las noches de orina y, de día, de rímel de ojeras. Como siempre, del 7 al 17 de septiembre en la capital manchega del overbooking de fin de semana.

Los Balcanes son una montaña vieja que daba sombra a pueblos dispares, que crecieron separados, maduraron juntos y murieron separándose. Orificios en fachadas y en las personas, rencor y ganas, repartidas por igual en cartillas de ayuda. El avispero magullado.