Día milésimo sexcentésimo cuadragésimo segundo. El cuento.

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Todo comenzó con pequeños incendios controlados, ¿controlados?

Los bosques lloraron cenizas y fuego y el Mundo entero comenzó a arder despacioprisa, deprisapacio.

Muchos de nosotros jamás habíamos visto incendios como esos y así que nos pusimos delante y nos hicimos unas cuantas fotos, los selfies sustituyeron en cuestión de días a las panaderías. Sin panaderos y sin pan las siguientes en caer fueron las palomas y con ellas las señoras con bolsas llenas de restos de comida. Ya empezaban a crecer las listas de matriculados en las oficinas del Infierno. El cielo se lo quedaron los políticos, la familia de Belén Esteban y Urdangarín que le dejaron salir de prisión por buen comportamiento. En dos años solo había robado sobres de azúcar y había insultado a dos o tres compañeros en las duchas, un ejemplo de mejora de conducta sin duda.

Un día, sin saber cómo, empezó a arder el edificio donde guardaban todos los papeles de colores, esos que los cambias por cosas para vivir. Con esos papeles se quemaron también los ordenadores que contenían información sobre los delincuentes con corbata y micrófono.

Partes de las ciudades se iban incendiando, barrios completos, fuego por todas partes. La gente no sabía si correr asustada, intentar convertirse en estatuas ó ayudar a lanzar más fuego sobre el fuego. ¿El fuego que quema otro fuego quema más?

Y la gente se puso a llorar con tanta rabia y tanta fuerza que las lágrimas le sentaron al fuego como un buen trago de gasolina. Y llegó la sed. La sed de todo (venganza incluida).

Unos cuantos enviados de parte del Mesías explicaron a la gente que aunque tuviesen que ir al Infierno tan pronto a sufrir no se preocupasen puesto que los de arriba caerían también al inframundo tarde o temprano. Y ahí, preparados y dolidos, los caídos por los de arriba esperaron a los de arriba. Cuando estás muy arriba y caes muy abajo la hostia es digna de video viral de youtube.

Y este mensaje quedó escrito durante mucho tiempo en las puertas del Infierno:

“Creadores de incendios, bienvenidos al verdadero Fuego. Pasad, aquí se está calentito.”